Conoce los tipos de convocatorias que existen y cuáles son más estratégicas para tu entidad
En COMPASSS venimos analizando las fórmulas de financiación que utilizan las administraciones públicas para colaborar con las entidades sociales. Aunque en los últimos años han emergido nuevos instrumentos de colaboración, la subvención continúa siendo la más utilizada. Esta permite financiar actividades consideradas de interés general, promoviendo proyectos o actividades sociales que desarrollan entidades sin ánimo de lucro y que se realizan sin una contraprestación directa de las personas beneficiarias.
También desde el ámbito privado, muchas instituciones tienen sus propias convocatorias de subvenciones, que abren nuevas vías para financiar tus proyectos sociales. Por eso, nos hemos querido preguntar: ¿son todas las convocatorias de subvenciones iguales? ¿Son algunas más ventajosas que otras para nuestra entidad? ¿Podemos aplicar una mirada estratégica a la hora de presentarnos a convocatorias?
A continuación, te compartimos los principales tipos de convocatoria que existen, cuáles son sus características y te damos orientaciones para decidir a cuáles te interesa más presentarte. El objetivo es que las entidades puedan valorar de forma estratégica las oportunidades de financiación a través de subvenciones y que estas se conviertan en una herramienta para maximizar nuestro impacto.
Tipos de convocatorias: ¿cuáles existen y para qué sirven?

Existen cuatro grandes modelos de convocatorias de subvenciones, cada uno con sus ventajas y desventajas:
1. Convocatorias competitivas tradicionales de proyectos
- ¿Qué son?: Son las más conocidas. Una entidad (pública o privada) financia total o parcialmente proyectos presentados por entidades sociales, evaluando las propuestas según criterios como impacto, calidad o experiencia.
- Ventajas: son accesibles, tienen reconocimiento, y suelen tener una frecuencia anual, permitiendo financiar diversidad de iniciativas. Si no exigen cofinanciación, facilitan la participación de entidades pequeñas.
- Desventajas: alta competencia y riesgo de que el dinero se reparta en muchos proyectos pequeños, dificultando un impacto real. Si piden cofinanciación, puede ser una barrera para entidades con menos recursos.
- ¿Cuándo convienen?: En proyectos de continuidad o proyectos estratégicos de la entidad, aunque debes estar prepararte para competir con muchas otras entidades.
Ejemplos:
- Fundación “la Caixa” – Convocatorias de Proyectos Sociales (territoriales). Cuenta con numerosas convocatorias a través de las cuales las entidades pueden solicitar financiación hasta un máximo (p.ej., históricamente en torno a 40.000€–70.000€ por proyecto).
- Subvención del 0,7% del IRPF con una tendencia a financiar proyectos de menor tamaño: En el ámbito autonómico aproximadamente 32% de los proyectos aprobados recibieron ayudas pequeñas (20.000€) mientras el número total de entidades beneficiarias a nivel autonómico ascendía a 3.037 entidades.
2. Convocatorias con financiación por costes simplificados
- ¿Qué son?: La ayuda se calcula según unidades de resultado o actividad (por ejemplo, un importe fijo por joven atendido o por hora de formación), no por gastos reales.
- Ventajas: menos papeleo y justificación, enfoque en resultados concretos. No se suele exigir cofinanciación La justificación económica es mucho más sencilla: en vez de aportar todos los comprobantes de gasto, la entidad solo debe demostrar que alcanzó las unidades pactadas.
- Desventajas: no todos los proyectos se pueden medir fácilmente en unidades. Si los baremos no cubren los costes reales, puedes tener déficit. La entidad asume cualquier coste extra si sus gastos reales exceden lo unitariamente financiado.
- ¿Cuándo convienen?: Si tu proyecto es fácil de cuantificar (número de beneficiarios, horas de formación, etc.) y buscas reducir la carga administrativa. Especialmente se usan en proyectos de empleo o formación.
Ejemplos:
- Programa Erasmus+ (Unión Europea) – Juventud y Educación: Cooperación entre organizaciones e instituciones - Erasmus+
- Convocatoria +Empleo Joven (Fundación “la Caixa” – FSE): +Empleo Joven - Fundación "la Caixa"
3. Convocatorias de pago por resultados y premios
¿Qué son?: Solo se recibe la financiación si se logran ciertos resultados o si el proyecto es premiado por su innovación. A diferencia del modelo anterior, aquí el énfasis suele estar en el impacto (p.ej., inserción sostenible en empleo, reducción de un indicador social) o en innovación lograda, y el pago puede ser por obtener el resultado completo o por tramos de éxito.
Dos variantes comunes son:
- 1. Los Contratos de Impacto Social (CIS) o bonos de impacto, en los que un financiador solo desembolsa dinero si se alcanzan ciertos resultados verificados. Es una forma de contratación por resultados, a menudo respaldada por inversores de impacto que adelantan los fondos al implementador a cambio del pago futuro.
- 2. Los premios y concursos de proyectos, donde las entidades presentan iniciativas (o compiten tras ejecutarlas) y solo las ganadoras reciben la dotación. Aquí la lógica es incentivar soluciones innovadoras; la recompensa llega al final, como reconocimiento.
- Ventajas: garantizan que el dinero se use para lograr impacto real y pueden atraer financiación adicional.
- Desventajas: mayor riesgo para la entidad, ya que, si no se logran los resultados, no se recibe el dinero. Requieren definir bien los indicadores y pueden dejar fuera a entidades pequeñas.
- ¿Cuándo convienen?: Si tienes experiencia demostrable y puedes asumir el riesgo, o si buscas reconocimiento para proyectos innovadores.
Ejemplo práctico:
Premios a la Innovación Social (Fundación “la Caixa”) se dirigían a las entidades sociales que habían sido seleccionadas para alguna de las Convocatorias de Proyectos Sociales y que planteaban enfoques de innovación respecto a las respuestas existentes en los ámbitos de actuación que se recogen en las convocatorias. Premios a la Innovación Social - Fundación "la Caixa"
4. Convocatorias de financiación flexible y plurianual
¿Qué son?: Ayudas a varios años apoyo multianual (por ejemplo, 2–5 años), con libertad para usar los fondos según las necesidades de la entidad. Se basan en la confianza la entidad beneficiaria y en una evaluación centrada en el impacto a largo plazo más que en resultados inmediatos.
Ventajas: más estabilidad y capacidad de planificación, menos burocracia, apoyo institucional. Dan apoyo al fortalecimiento de la entidad. Aunque se piden informes de progreso anuales cualitativos, reuniones de seguimiento, pero menos papeleo rutinario. Se basa en la premisa de que las propias entidades tienen experiencia y conocimiento sobre cómo emplear los fondos para cumplir su misión.
- Desventajas: Menos entidades beneficiarias por convocatoria, suelen ser menos frecuentes y más selectivas. Requieren de una amplia experiencia y recorrido de la entidad.
- ¿Cuándo convienen?: Si buscas fortalecer tu entidad y tienes una relación de confianza con la fundación o financiador. La ayuda puede ser para un proyecto multianual o incluso para apoyo institucional (fortalecimiento de la entidad en general, permitiendo cubrir costos operativos, inversiones en capacitación, sistemas de evaluación, etc.).
Ejemplos prácticos: Este tipo de convocatoria no siempre es la más frecuente, pero ya se empieza a utilizar en países como Reino Unido y Estados Unidos:
- Youth Futures Foundation (Reino Unido) Home - Youth Futures Foundation
- Ford Foundation – Programa BUILD (EE.UU.) BUILD Program – Fundación Ford – Instrumentos Financieros
¿Qué modelo elegir según tu entidad y momento estratégico?
- Si tu ONG es pequeña y buscas empezar, las convocatorias tradicionales sin cofinanciación o las de costes simplificados pueden ser la puerta de entrada.
- Si ya tienes experiencia y quieres innovar, puedes probar con premios o modelos de pago por resultados, aunque asumiendo más riesgo.
- Si buscas estabilidad y crecimiento a largo plazo, apuesta por convocatorias plurianuales y flexibles, aunque sean más difíciles de conseguir.
| Modelo de convocatoria | Pros | Contras | ¿Cuándo conviene? |
|---|---|---|---|
| Tradicional | Accesible, reconocida, diversidad | Alta competencia, riesgo de dispersión, posible cofinanciación | Proyectos de continuidad y estratégicos |
| Costes simplificados | Menos burocracia, enfoque en resultados | Difícil de aplicar a proyectos complejos, riesgo de déficit | Proyectos cuantificables (por ejemplo, nº de beneficiarios/as) |
| Pago por resultados / premios | Garantiza impacto, incentiva innovación | Riesgo para la entidad, complejidad en medición | Proyectos innovadores |
| Flexible / plurianual | Estabilidad, fortalecimiento institucional | Menos beneficiarios, más selectiva | Crecimiento a largo plazo, relación de confianza basada en el recorrido previo |
Recuerda: No existe un modelo perfecto. Lo importante es analizar las características de tu entidad, el momento en el que te encuentras y los objetivos que quieres alcanzar. Analiza detenidamente el propósito de cada convocatoria y selecciona aquella que mejor responda a tus necesidades y capacidades. Al hacerlo, podrás diseñar y presentar proyectos más alineados, aumentando así significativamente tus posibilidades de éxito.
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