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¿Por qué cualquier estrategia de sostenibilidad debería incluir una reflexión sobre el modelo organizativo de tu entidad?

COMPASSS (dinamización)

Temática:

  • Gestión financiera

Desde COMPASSS solemos enfocar el concepto de sostenibilidad en su dimensión económica, entendida como la capacidad que tienen las entidades de contar los recursos económicos necesarios para hacer frente a los apoyos, servicios y estructuras que derivan de su misión. En este sentido, siempre resaltamos la importancia de pensar y trabajar en la posibilidad de mantener esos recursos económicos en el tiempo y de generar otros nuevos que hagan frente a las necesidades futuras de los colectivos que atendemos.

No obstante, la sostenibilidad de una entidad social se puede pensar desde distintas perspectivas y hoy queremos ampliar un poco el horizonte, tocando el tema de la sostenibilidad organizativa y su relevancia a la hora de llevar a cabo una reflexión estratégica sobre el futuro de tu entidad.

¿Por qué creemos que es importante? Porque los cambios en el ecosistema de las entidades sociales conllevan la necesaria reflexión sobre su modelo organizativo. Un ejemplo sería el cambio del modelo de bienestar que vivimos en Europa, que tiende cada vez más hacia lo que se conoce como el welfare mix, donde junto al sector público interviene una pluralidad de actores (del Tercer Sector, de la economía social y del sector privado) combinando recursos para llevar a cabo actividades en un marco normativo complejo.

En consecuencia, los roles tradicionales son menos nítidos y existe un mayor grado de actividad para abordar los cambios sociales entre cada sector. Viene a ilustrar este fenómeno la emergencia de organizaciones híbridas como por ejemplo negocios con propósitos sociales y organizaciones de la sociedad civil como actores de mercado.

En este contexto, la legitimidad de cada sector ya no se define por su finalidad: la ausencia de lucro en el caso de las ONG, el lucro en el caso de las empresas o el servicio público para las administraciones públicas. En cambio, en el modelo actual la legitimidad de las organizaciones sea la que sea su finalidad, se deriva de sus resultados. En definitiva, se espera calidad, eficiencia e impacto de las respuestas aportadas a las necesidades sociales.  

Es precisamente de esta orientación a resultados frente a necesidades sociales cambiantes (donde se tienen que demostrar impactos) de donde nace el reto organizativo. Pensar en la sostenibilidad de tu entidad va más allá de la diversificación de sus fuentes de financiación, aunque sea un elemento clave. El reto económico viene acompañado de otros retos que tu entidad tiene que atender si quiere ser sostenible, como, por ejemplo:

  • La conexión con la base social, con los movimientos cívicos y las iniciativas de solidaridad primaria. Esto tiene mucho que ver con la misión y del objeto de tu entidad.
  • La gobernanza, entre otras cosas a través de la renovación de los órganos de gobierno y de los cargos ejecutivos.
  • El sistema de alianzas, entendido como la integración con las demás entidades de tu ecosistema.

Un modelo organizativo sostenible tiene que ser una respuesta coherente a todos estos retos y cualquier cambio organizativo que se empuje debe estar sintonizado con la misión que acomete tu entidad.

Los condicionantes que definen tu modelo organizativo

A la hora de definir o de repensar tu modelo organizativo debes tener en cuenta una serie de cuestiones.

  • ¿A qué te quieres dedicar? ¿A la defensa de los derechos o a la prestación de servicios? Pueden ser ambas cosas, pero no se pueden hacer al unísono porque pueden llegar a ser incompatibles. La cuestión no es si nos tenemos que dedicar a una cosa u otra, sino más bien de gradación o intensidad. No se puede hacer una reivindicación combativa, por ejemplo, si nos dedicamos a la prestación de servicios y dependemos de fondos públicos.
  • ¿En qué entorno competencial te mueves? ¿Las políticas públicas que rigen tu entorno son de ámbito internacional, estatal, autonómico o local? Las organizaciones se ven condicionadas por el nivel territorial del que dependen las políticas o los colectivos con los que actúan.
  • ¿Cuáles son las características de tu sistema económico? ¿De dónde proviene la financiación de tus actividades?
  • ¿Qué lugar ocupa la eficiencia en la gestión dentro de las prioridades de tu entidad? La eficiencia no está necesariamente condicionada al tamaño de tu organización, pero se requiere una masa crítica mínima que te permite una mayor eficiencia.
  • ¿Qué peso tienen la historia y la tradición en el recorrido de tu entidad? ¿Nació para la defensa de una causa o de un colectivo o de un territorio, etc.?

La valoración de cada uno de estos condicionantes te ayudará a orientar tu reflexión sobre el modelo organizativo que mejor responde a los objetivos y al entorno de tu organización.

5 modelos organizativos

A modo de ilustración, destacamos 5 categorías de modelo organizativo que hemos identificado en el ecosistema del Tercer Sector de Acción Social en España.

  • El modelo de separación entre los servicios y las actividades de participación o reivindicación. La defensa de los derechos puede volverse secundario cuando las entidades se dedican a gestionar proyectos o servicios. Por eso algunas organizaciones han disociado ambas actividades. En este modelo se crea una estructura para la prestación de servicios y se deja en las manos de otra(s) la defensa de los derechos de los colectivos atendidos.
  • El modelo federativo de base territorial.  A menudo es el resultado de organizaciones que nacieron en el plano local. Luego se crearon federaciones a nivel autonómico y posiblemente una confederación a nivel estatal. Es un sistema de estructura confederativa donde la confederación gestiona pocos recursos de la Administración General del Estado y son las entidades locales que acceden a mayor parte de la financiación. Existe una tendencia a la concentración de la gestión de los recursos a nivel de la federación cuando el financiador principal es autonómico y un conjunto de municipios.
  • El modelo orientado a la gestión y al impacto. En este modelo el enfoque está en implantar un programa en todo el territorio, con herramientas y métodos comunes, buscando masa crítica para ganar en eficiencia.
  • En el modelo híbrido coexisten una entidad de ámbito nacional con algunas entidades de ámbito autonómico o local.
  • En el modelo de redes cooperativas, la organización concentra su trabajo en un territorio (por ejemplo, en una comunidad autónoma) y tiene presencia en otros territorios a través de alianzas con otras entidades.
5 modelos organizativos de tu entidad

Ahora que ubicas tu entidad en este panorama, conviene preguntarte si su modelo es el idóneo. Para iniciar este debate estratégico en tu entidad, te sugerimos plantear la pregunta siguiente: ¿qué debería determinar nuestro modelo organizativo en el futuro?

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