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FINANCIACIÓN PRIVADA: Atrapadas en un círculo vicioso

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Muchas ONG pequeñas y medianas están infradotadas de personal. La sobrecarga de trabajo continuada provoca estrés. La multitarea disminuye la productividad.

La organización necesita recaudar fondos y a menudo no tiene una persona especializada que pueda dedicarse a ello en exclusiva. Así que esta función recae en alguien que tiene que hacer de "todólogo". ¿Te reconoces en esta situación?

La dirección dice que no hay dinero para contratar a un/a fundraiser. Así que tiene que ocuparse la persona responsable de comunicación, o la de administración, o incluso una que no tiene nada que ver con la financiación, como un educador o un trabajador social. Como su desempeño en esta función que no dominan es bajo, nunca hay dinero suficiente para crear un puesto específico. ¿Cómo crees que se puede salir de este círculo vicioso?

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Comentarios

Enviado por Anónimo (no verificado) el 16/03/2020 - 12:48


El tema está perfectamente definido, la problemática se corresponde con la pura realidad y la pregunta es pertinente. Ahora bien, la respuesta que aparece a primera vista, es: NO HAY SOLUCIÓN, y a partir de aquí comienzan mis reflexiones, que en el fondo son más bien, no quererme resignar, al menos, fácilmente. 

Cual es nuestra realidad,: Una Asociación de Pacientes, de ámbito autonómica, (Catalunya), unos 300 asociados repartidos en el territorio, que en este momento esta desarrollando un Proyecto de continuidad (desde hace 14 años) y con unos ingresos por cuotas de asociados que solo cubren el 14-15% del Presupuesto anual. En la Junta Directiva, únicamente dos personas podrán dedicarse a la captación de fondos, naturalmente en detrimento de la captación de Recursos, que también son necesarios para la asociación y no es lo mismo que los fondos (cash). Yo que podría ser uno de ellos, me incorporé a la asociación para ayudar a los pacientes, en tareas de voluntariado, no para continuar con el trabajo que venia realizando profesionalmente, el otro es el Presidente de la asociación y su tarea debería ser otra. Por lo tanto podríamos seguir pensando que,  NO HAY SOLUCIÓN.

Veamos alternativas: 

Una.- Que el Presidente, asuma la tarea de procurar fuentes de financiación para la realización de Proyectos, porque hasta ahora ya lo está haciendo para poder continuar con el Proyecto de continuidad, que tenemos en marcha y que por el momento es irrenunciable por necesario. Posibles consecuencias:: Desgaste, No alcanzar los objetivos, falta de liderazgo y proyección, en definitiva, QUEMARSE. 

Dos.- Renunciar al espíritu que te acerca a la asociación, y dedicarse a la solución de la problemática de recursos, con más o menos acierto, y efectuando de forma "voluntaria" una tarea que corresponde no a un voluntario, sino a un profesional. Consecuencias: Falta de motivación y a la larga o a la corta, abandono de la tarea por desilusión. 

Tres.- ¿Creéis que una tercera persona, Profesional, Asesoría, Agencia, etc..., contratada, siempre vinculada a resultados, podría ser útil?, porque los inconvenientes que veo son: Desconocimiento de los fines y objetivos de la asociación, No tiene la vivencia del paciente que vive en propia persona las motivaciones del porqué está en la asociación, Dificultad, no imposibilidad, de entender "emocionalmente" al paciente al que se dirige. Y sui así fuera, ¿Existe esta persona oo entidad?. 

Cuatro.- Ya no llego más .... ¿Se os ocurren algunas ideas más?. 

Gracias. 

 

 


Enviado por COMPASSS (dinamización) el 17/03/2020 - 19:10


En respuesta a por Anónimo (no verificado)

Gracias, José Luis, por tus reflexiones. Comprendo tu pesimismo sobre las posibilidades de romper el círculo vicioso, aunque creo que se puede conseguir a pesar de las dificultades que entraña.

Como bien indicas, una primera solución es que el presidente tome las riendas de la captación de fondos (que no me parece incompatible con buscar también otros recursos que se necesiten). Si se puede ayudar de otros voluntarios, aún mejor. Tienen que ser personas escogidas, dentro de las posibilidades que existan, para llevar a cabo la estrategia que se adopte.

Dedicarse a esto no significa, a mi entender, apartarse del espíritu que le animó a unirse a la asociación. Cuando alguien se suma a un proyecto, sea cual sea la causa, lo hace con el ánimo de ser útil. Ya se dedique a la labor misional, a la captación de recursos o a la contabilidad, todas las funciones son necesarias y acordes con el espíritu voluntario con el que se entrega tiempo y talento a favor de la causa.

Esta dedicación voluntaria es a menudo la antesala para contratar a un profesional de la recaudación de fondos. La dificultad estriba en dar el salto, porque pagar un salario, aunque sea a jornada parcial, es una carga económica significativa para una entidad pequeña. Para poder hacerlo probablemente haya que cosechar antes algunos buenos resultados u obtener el apoyo de un financiador que lo sufrague de forma específica (por ejemplo, dentro del programa Talento Solidario).

Lo que sí descarto con claridad es la tercera opción. Ningún profesional ni mucho menos una agencia especializada en captación de fondos va a trabajar a riesgo para una pequeña asociación. Ni siquiera lo hacen para las grandes, que tienen mayores posibilidades. Está contraindicado por la deontología profesional y, en cualquier caso, no interesa. Así que no es una posibilidad realista.

Serán bienvenidas más opiniones de los miembros de la comunidad para exponer sus ideas o experiencias al respecto.