Claves para fortalecer la financiación en la Economía Social: conclusiones del webinar Impulsa Social
Descripción:
El pasado 22 de julio se celebró el webinar del proyecto Impulsa Social, un encuentro que reunió distintos actores clave del ecosistema de financiación de impacto. El objetivo fue reflexionar conjuntamente sobre los retos, oportunidades y propuestas para mejorar el acceso a financiación de las entidades de la Economía Social.
En un contexto marcado por la incertidumbre y la transformación constante, se hace necesario repensar las estrategias de sostenibilidad de dichas entidades. Este escenario plantea preguntas clave que fueron abordadas durante la sesión:
- ¿Qué instrumentos financieros existen y cómo pueden aprovecharse mejor? Mesa moderada por Mercedes Valcárcel, directora general de SpainNAB.
- ¿Cuál es el estado actual del acceso a financiación en la economía social? Pablo Soria, presentación del diagnóstico realizado por Abay Analistas.
- ¿Cómo avanzar hacia un ecosistema más colaborativo? Mesa moderada por Javier Güemes, director de Relaciones Internacionales de GSO.
El proyecto Impulsa Social es una iniciativa impulsada por Fundación ONCE, SpainNAB y Mondragon Unibertsitatea Enpresagintza, S. Coop, enmarcada en Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia con los fondos NextGenerationEU.
El webinar fue inaugurado por José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación Once y Jaime Iglesias Sánchez-Cervera, comisionado especial para la Economía Social, quien fue el encargado de pronunciar las palabras de clausura.
¿Cuáles son los principales instrumentos financieros que pueden potenciar la sostenibilidad de las entidades de la Economía Social?
Esta mesa, pensada como un “mapa vivo” del ecosistema, aportó claridad conceptual, ejemplos prácticos y lecciones aprendidas desde la experiencia directa.
- Fondos de inversión y garantías financieras
María Molina, directora de Alianzas y Operaciones de SpainNAB, explicó que los fondos de inversión de impacto no solo ofrecen capital, sino que buscan maximizar los resultados sociales o ambientales junto con la rentabilidad financiera. Sus tres características son: intencionalidad por el cambio social, medición del retorno social y adicionalidad. Un ejemplo es el caso de fondos que invierten en vivienda asequible o inclusión laboral.
- Banca ética
José Antonio Carbonell, responsable del desarrollo de Fiare Banca Ética en Andalucía, reivindicó una forma de financiar basada en principios, donde las decisiones de crédito se toman desde la comunidad y con total transparencia. La rentabilidad no puede ser el único criterio, de ahí la importancia de la evaluación socioambiental previa. Cada vez más entidades sociales acceden a financiación en condiciones adaptadas gracias a criterios como el arraigo territorial, el impacto social o la trayectoria colectiva.
- Financiación participativa y préstamos participativos
José Moncada, fundador y CEO de La Bolsa Social, subrayó el poder de la ciudadanía como financiadora de impacto. Explicó cómo las plataformas de financiación participativa permiten a proyectos sociales captar fondos directamente de personas comprometidas, generando una relación cercana y alineada con el propósito. Además, abordó los préstamos participativos, una figura híbrida que combina deuda y capital y que se adapta bien a organizaciones en fases de crecimiento. Un ejemplo de proyectos con financiación participativa es el de IRISBOND, un modelo de innovación de tecnología eyetracking aplicado al ámbito de la salud.
- Contratos de Pago por Resultados (CPR)
Miquel de Paladella, CEO de UpSocial, presentó los contratos de pago por resultados como una solución innovadora para financiar proyectos y servicios sociales con alta incertidumbre y de tipo preventivo. En este modelo, los inversores adelantan el capital y la administración solo paga si se alcanzan los resultados acordados, lo que reduce el riesgo para el sector público y promueve la eficiencia. Como caso exitoso destaca el proyecto de Banco de Alimentos de la Costa del Sol (BANCOSOL) en Málaga.
- Venture Philanthropy
Guillermo Ricarte, director General Fundación Ship2Be, definió este instrumento como una forma de “acelerar” proyectos sociales mediante financiación flexible y acompañamiento estratégico que no buscan el retorno económico sino el impacto social. No es simplemente dar dinero, es también mentoría, medición de impacto y conexión con redes. El potencial de este enfoque para iniciativas emergentes que necesitan validación antes de acceder a inversión convencional como, por ejemplo, un proyecto teatral con personas con discapacidad.
- Mission Related Investments (MRI)
Lourdes Márquez, directora de Alianzas y Relaciones Internacionales de Fundación ONCE, compartió cómo la Fundación es un referente en Mission Related Investments al fortalecer su propósito de creación de empleo de calidad para personas con discapacidad a través de la inversión de ONCE y de la propia Fundación en Ilunion, su conjunto de empresas socialmente responsables, con más de 42.000 personas en plantilla de las cuales alrededor del 40% tiene discapacidad.

¿Cuál es el estado actual del acceso a financiación de las entidades de la Economía Social a las que se refiere el estudio?
El estudio evidenció que, a pesar de la heterogeneidad del sector —desde cooperativas a fundaciones, pasando por asociaciones, centros especiales de empleo de iniciativa social o empresas de inserción—, muchas de estas entidades comparten dificultades estructurales comunes.
El diagnóstico identificó que el ecosistema de financiación de impacto está todavía en construcción para muchas entidades sociales, pero muestra un alto potencial de transformación. Las entidades con estructuras consolidadas, buen gobierno y proyectos escalables están comenzando a atraer inversión de impacto. Sin embargo, muchas otras necesitan apoyo, formación y tiempo para poder aprovechar estas oportunidades. Asimismo, la colaboración entre el sector de la Economía Social, el de inversión y el sector público se revela como fundamental.
¿Cómo avanzar hacia un ecosistema más colaborativo?
La última parte del webinar reunió a tres voces relevantes del ecosistema financiero de impacto y de la Economía Social para reflexionar sobre los retos y oportunidades que enfrenta el sector con la participación de:
- Juan Garibi, representante de CEPES y de Fiare Banca Ética.
- Arturo Benito, CEO de Impact Bridge.
- Raúl Sánchez, director de Inversiones de Impacto en COFIDES.
Conectar lógicas diferentes: un reto necesario
Uno de los temas recurrentes fue la distancia —cultural y operativa— entre el mundo financiero y el de las entidades sociales. Las entidades de la Economía Social tienen unos códigos, tiempos y valores que a menudo no encajan con los de la inversión privada, sin embargo, esta distancia puede y debe acortarse mediante relaciones basadas en la confianza, la transparencia y la alineación de objetivos.
Juan Garibi subrayó el papel transformador de la banca ética como “puente natural” entre ambas lógicas, al incorporar criterios sociales en la toma de decisiones financieras sin renunciar al rigor.
Medición de impacto y lenguaje común
Arturo Benito, desde la perspectiva de un fondo de inversión de impacto, destacó que uno de los principales desafíos es la falta de métricas estandarizadas que permitan evaluar el impacto social de forma fiable. Según su experiencia, muchos proyectos valiosos no logran financiación porque no pueden demostrar sus resultados con datos comprensibles para los inversores.
El desarrollo de indicadores comunes y compartidos no solo facilita el acceso a inversión, sino que legitima el valor social generado ante terceros: administraciones, empresas y ciudadanía.
Rol del sector público: catalizador, no sustituto
Raúl Sánchez, desde la experiencia de COFIDES, incidió en el rol que puede y debe jugar la administración en este nuevo ecosistema. El sector público puede ser un agente catalizador, no necesariamente el financiador directo de todas las iniciativas, pero sí el que facilita marcos, garantías y condiciones para que la financiación privada entre en el ecosistema social con confianza. Muchas veces existen fondos y programas valiosos, pero las entidades no los conocen o no saben cómo acceder a ellos, la coordinación con el sector público es clave para que estas sinergias se produzcan.
Recomendaciones compartidas
- Impulsar espacios de diálogo entre financiadores y entidades de la Economía Social.
- Crear mecanismos estables de intermediación y asesoramiento financiero.
- Aumentar la formación en finanzas de impacto dentro del sector de la Economía Social.
- Avanzar hacia un marco común de medición de impacto.
- Fomentar alianzas público-privadas con el sector de la Economía Social orientadas al largo plazo.
El camino hacia un ecosistema colaborativo es posible si se construye desde la corresponsabilidad y el aprendizaje mutuo.
Si quieres seguir profundizando en esta materia, te invitamos a unirte a la Conferencia Final del proyecto “Impulsa Social”, que tendrá lugar el próximo día 22 de septiembre de 2025. Más información próximamente.
Puedes acceder al vídeo del webinar aquí.