La innovación social: orientaciones para mejorar el diseño de los proyectos
Temática:
- Fondos europeos
- Financiación pública
Las convocatorias de subvenciones valoran cada vez más la innovación como criterio de elegibilidad de los proyectos que pretenden financiar. Este es el caso de la convocatoria estatal del 0,7 o de las convocatorias de la Fundación ONCE. En este post queremos proporcionar a los profesionales del TSAS algunas orientaciones prácticas para mejorar el modo en que diseñan sus proyectos, ahondando en el concepto de innovación social y enfocándonos en qué hacer para integrar elementos innovadores en los proyectos que presentamos a subvenciones.
¿Qué es la innovación?
La innovación es la capacidad de aplicar una idea creativa y hacerla útil y válida para generar cambios efectivos en la realidad.
¿Y a qué nos referimos con innovación en políticas sociales?
La innovación en las políticas sociales se refiere a todas las nuevas ideas (productos, servicios y modelos) que abordan desafíos y necesidades sociales más eficazmente que otras alternativas y crean nuevas relaciones o colaboraciones sociales. Por ejemplo, programas como EaSI de empleo e innovación social, busca afrontar los desafíos derivados del envejecimiento de la población, la pobreza, el desempleo, los nuevos patrones de trabajo y estilos de vida, y las expectativas de los ciudadanos en materia de justicia social, educación y salud.
Los tipos de innovación
Existen 3 grandes categorías de innovación:
- Innovar en el RESULTADO: conseguir algo radicalmente nuevo y diferente a todo lo generado antes. (Si quieres consultar un ejemplo, puedes revisar el proyecto Accessibilitech)
- Innovar en el MÉTODO: conseguir algo que ya existe de manera diferente (y mejorada) a como se hacía hasta entonces. (ERSISI es una ilustración de innovación en el método).
- Innovar en el ÁMBITO: conseguir aplicar un método existente y obtener su resultado ya obtenido antes, pero en un ámbito o lugar dónde nunca se había probado antes. (RuralCare es un buen ejemplo de innovación en esta categoría)
Cómo incorporar elementos innovadores a nuestro proyecto
A continuación, compartimos algunas orientaciones para incorporar elementos de innovación en nuestros proyectos:
- Analizar qué están haciendo otras áreas dentro de nuestra entidad, otras entidades en nuestro entorno u otras organizaciones en distintos ámbitos. También se le llama “benchmarking”, estar atentas y analizar lo que ocurre a nuestro alrededor y que podemos incorporar en nuestras propias actuaciones
- En línea con esto, contar con procesos de identificación de buenas prácticas y gestión del conocimiento en la organización, que permitan la incorporación efectiva de soluciones o mejoras ya probadas a nuestros proyectos.
- Involucrar a nuevos actores para que cumplan un papel en el proyecto. Por ejemplo, podemos buscar complementariedades con entidades que trabajan en otras áreas relevantes para nuestra entidad (por ej., entidades del ámbito del sinhogarismo o de atención a la salud mental) o incorporar otros actores, como universidades o empresas que puedan aportar un valor especial en algún paquete de trabajo del proyecto.
- Cuando se trata de innovaciones tecnológicas, en muchos casos, ya existen soluciones de mercado que podemos probar en un entorno reducido en nuestra entidad o proyecto. Tras una fase inicial de experimentación se pueden transferir a otras áreas o proyectos.
- Igualmente, podemos incorporar elementos de innovación en nuestro proyecto que se piloten con un número reducido de beneficiarios o de perfiles. Esto nos permitirá evaluar los resultados de la actuación y ampliar su alcance de cara a futuros proyectos.
- La innovación no son únicamente cambios disruptivos. La incorporación de un nuevo procedimiento, una herramienta o un nuevo sistema de comunicación interna puede tener un gran efecto sobre el desarrollo y resultados de nuestro proyecto.
- Las innovaciones pueden ser internas, como las mencionadas en el punto anterior, o externas, por ejemplo, con la puesta en marcha de un programa que no existía en nuestro municipio y que ya está en marcha en otros municipios de nuestro entorno.
Los aspectos que resaltar en la redacción de nuestro proyecto
Finalmente, vamos a mencionar algunos de los elementos que podrían aparecer en un apartado sobre innovación cuando diseñamos el proyecto:
- Identificar qué tipo de innovación estamos aplicando, si está relacionada con el resultado, la metodología o el ámbito. Y, dentro de estos, concretar específicamente cuál es el elemento innovador. Algunos ejemplos son: la atención a nuevos perfiles que previamente no se atendían; la incorporación o modificación de una metodología de intervención; la revisión o incorporación de un nuevo procedimiento; la apertura a nuevo ámbito que previamente no se trabajaba (por ejemplo, con la incorporación de atención psicológica en un servicio que antes no la incluía); o la apertura a nuevos entornos en los que antes no se trabajaba, como entornos rurales o con características particulares.
- Especificar si va a haber otros actores implicados fuera de la propia entidad y cuál será su papel.
- Identificar si esta innovación ya ha sido experimentada en otros lugares y con qué resultados, o si es algo completamente nuevo.
- Proponer un sistema de evaluación de los resultados.
- Incluir si existe un plan para transferir esta innovación y en qué otros ámbitos o a qué colectivos.
- Mencionar si algún producto de esta innovación (documento, herramienta, aplicación...) se va a poner a disposición de otras entidades para su aprovechamiento.
Esperamos que toda esta información haya sido útil para identificar como reforzar la vertiente de innovación de tus proyectos. Consúltanos cualquier duda dejándonos un comentario o si deseas profundizar, visita los artículos de fondos europeos y de financiación pública de nuestra web.