Hola, José Luis:

Como bien sugieres, un piso de acogida para enfermos podría ser, mejor que alquilado, cedido en usufuctro. Una posibilidad es pedírselo a una entidad financiera que tenga un importante stock de inmuebles. También podría hacerlo un particular que tenga algún piso inhabitado, pero será más difícil localizarlo (podría hacerse mediante un llamamiento a los aportantes económicos actuales o a través de los medios de comunicación).

El equipamiento podría correr a cargo de una empresa como Ikea o Leroy Merlín, que además de hacer donaciones en especie podría enviar un equipo de trabajadores voluntarios para acondicionarlo.

Finalmente, los gastos de funcionamiento inicial podrían correr a cargo de esas mismas empresas o de otras vinculadas al negocio hospitalario, que colaboren como una forma de mejorar sus relaciones públicas con el hospital al que proveen de instrumental o equipos. También cabe la posibilidad de realizar una campaña de crowdfunding, para lo cual se necesitaría contar una historia personal conmovedora y contar con el respaldo de medios de comunicación.

En relación al proyecto educativo, se podría tratar de involucrar a empresas que tengan negocio con colegios e institutos para que sufraguen la edición del material didáctico. Por ejemplo, editoriales de libros de texto u otras publicaciones educativas. También podría explorarse si hay alguna fundación que tenga entre sus fines sociales este tipo de acción educativa, incluyendo a las fundaciones corporativas de grupos editoriales.

Esto es lo que me dicta la intuición en una rápida apreciación. Tal vez existan otras posibilidades. Sería bueno recoger otras ideas de los miembros de esta comunidad, especialmente de las que hayan llevado a cabo proyectos análogos. ¿Alguna idea más?